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Es una historia de mentiras... misterios y tabúes.

¿Qué Harías si un día te enteras que toda tu vida es una farsa... y que tus verdaderos orígenes no son tan humanos como pensabas?...


Frase de la semana

"La belleza puede ser motivo de desaliento, de profunda desolación, y así me sentí en su presencia"

Los ojos del Vampiro.

lunes, 15 de febrero de 2010

Capitulo 3: Primer encuentro X

Hola, Volvieron los episodios de "Despertar de Luna", la historia que escribo desde hace algún tiempo... se empieza a poner emocionante.

Dana se expone al peligro y Nehuen no esta cerca de ella esta vez.

El hedor comenzó a descomponerme, me pare y di un paso hacía a tras., no quería que el mínimo ruido pusiera en alerta al depredador y salga a mi caza.

Di un paso para voltearme y cuando lo hice algo me tomó por detrás, tapó mi boca y me pidió silencio al oído, me levanto por detrás y me saco del lugar. No podía ver quien era, no entendía lo que pasaba. En andas me llevaban trataba de soltarme pero al oído me pedía que me quedara quieta y en silencio. Decidir ceder debido a que mis intentos por liberarme eran en vanos.

De pronto me soltó e inmediatamente voltee a ver. Estaba tan perturbada que no comprendía lo que vi al girar, era simplemente un chico de unos veintidós años. No solo era un simple chico, era la persona más hermosa que jamás hubiera visto. Su rostro era perfecto, como si hubiera salido de una película de Hollywood. Donde él era el hermoso y valiente príncipe que venia a rescatar a su princesa. Volví a la realidad, yo no era ninguna princesa, aunque tal vez si necesitaba en ese momento ser rescatada.

Me miraba como esperando que responda a algo, mientras yo seguía perdida en su mirada.

-¿Perdón, me decías?-

-Shh, habla despacio, no querrás que nos transformemos en el postre ¿no?- Dijo dejando al descubierto una sonrisa simple y dulce que apenas se dejaba ver y relajaba todas mis tensiones.

Estaba hipnotizada, mis ojos se clavaron en sus pálidos y finos labios, y poco a poco se movían recorriendo todo su perfecto rostro.

-No, claro que no. Pero… ¿Qué era eso?- Pregunte en casi un susurro y de forma obnubilada.

-Era un lobo, estaba cazando. No se como llegaste acá, pero estas lejos del pueblo. Tuviste suerte de que no te haya olido, porque sino…-

No logró terminar la frase pero hizo una mueca con la cual me daba a entender que yo podría haber sido parte del menú.

Me quedé atónita y sostuve la respiración, mis ojos se abrieron como dos bolas de villar.

-¡Respira!- Dijo en tono imperativo.

Y solté una bocanada de aire, no me había percatado de que dejé de hacer algo tan biológico como respirar.

-Lo siento, no me di cuenta- Respondí aun pérdida.

-No tienes que pedir perdón, lo dije porque ibas a empezar a ponerte morada.- Extendió su amplia boca mostrando sus perfecta dentadura, sus dientes eran tan blancos y perfectamente ubicados dando una forma plana a su sonrisa.

-Bueno que te parece si nos vamos de aquí, no es un lugar seguro- Sugirió mientras empezaba a caminar.

-Si claro, perdón pero… ¿Qué hora es?-

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